27 noviembre 2007

La hora de los urogallos

Sabida es por algunos amigos mi pasión por los urogallos (Tetras urogallus). Aquí os cuelgo un vídeo, llegado a mi dirección de correo electrónico, en el que dos de ellos tienen un cruel desenlace a manos de un águila real (Aquila chrysaetos). Lo he decidido colgar a petición de dos amigos; aquellos mismos que se reían cuando soñé que varios ejemplares de estas galliformes se encontraban sobre unos cables de la luz. La verdad es que la secuencia no tiene desperdicio.


21 noviembre 2007

Punto y aparte

El pasado viernes cerré una etapa de mi vida. O mejor dicho, la entorné. Siempre me gusta dejar puertas abiertas al pasado; más aún si se trata de etapas como esta, que tanto me ha dado.

Biólogo de bata pero también de bota, mucho es lo que me llevo en mi mochila. Una pasión, un bolsillo repleto de recuerdos, un puñado de buenos amigos, un hermano y los ojos más bonitos del mundo. Han pasado cuarenta y cinco meses y no me canso de mirarlos.


El viernes pasado fue la ceremonia de graduación. Allí estaba yo, de traje, rodeado de mucha de la gente que ha estado a mi lado en este camino desde hace cinco años. Así que no veo mejor manera de celebrar la centena de entradas en este blog que agradeciendo a toda esa gente, la que estaba allí y la que no, el haber compartido este trozo de mi vida.

Quería dar las gracias a toda mi familia, “teletubbies” y “alcarreños” incluidos, con especial mención a mis abuelos, a los que admiro y quiero con locura. Gracias también a todos los compañeros y compañeras con los que he compartido aulas y pasillos, laboratorios y biblioteca, cafetería y merendero. Miguel, Mamen, Roberto, Lucía, Conchi, Jaer, Lore, Bea, Edu, Gonzo, Quique, Sara, Laura, María, Iván, Noelia, Merche, Patri... Que se den todos por saludados. Gracias también a algunos profesores por su cercanía y complicidad. Quería agradecer también el apoyo del combo Carlos&Carla por haber estado ahí siempre que he tenido que recurrir a ellos. Gracias también a “los de los jueves” y compañía por sacar lo mejor de mi desde que os conozco. Gracias a Noé por tantas y tantas cosas. Y por último, gracias a ti, Vane, por tenerme loco de amor.

A los que no os vea quería desearos lo mejor de aquí en adelante. Al resto, daros la bienvenida a este nuevo capítulo. Punto y aparte.