29 agosto 2010

Aminoácidos caros, aminoácidos baratos

En el juego de la vida, gana el que mejor sabe administrar los recursos. Muchas veces, la solución más sencilla es la que resulta ser más efectiva a nivel evolutivo…


Para cualquier ser vivo, sintetizar biomoléculas conlleva un coste asociado. Por ello, el reciclaje de las unidades que las conforman siempre está activo. Valga por caso una bacteria dada... La susodicha procariota no puede permitirse el lujo de secretar a la inmensidad de su medio ambiente una proteína que esté constituida por una cadena de costosos aminoácidos, si cabe la posibilidad de confeccionar otra con idéntica funcionalidad y eficiencia que esté compuesta por aminoácidos menos valiosos. Por tanto, las bacterias de hoy son las descendientes de las austeras de ayer, de las ahorradoras, de aquellas que procuraron conservar dentro de sus membranas los aminoácidos más preciados. La selección natural obró para que así fuera, salvando a las más eficaces, energéticamente hablando, y nominando a las carentes de dicha ventaja adaptativa. Testigos desde los albores de la vida, si nuestros cuentacuentos ribosomales hablasen…



Información tomada de: Eurekalert
Imagen tomada de: Royal Society of Chemistry

17 agosto 2010

El garrapinos perjudicado

El pasado domingo, mientras disfrutaba de la fiesta del plumaje mojado desde mi ventana, un carbonero garrapinos (Parus ater) se posó un instante en una de las ramitas del sauce de mi hot-spot. Aunque salió de esta guisa, mi amada alcarreña y el insigne blogmaster del Grupo Aegithalos me alentaron a que colgara la foto del despeinado párido. A ver cuando pillo a su primo mayor…



Equipo:
Nikon Spotting Scope RA III 82 WP
Ocular Nikon Spotting Scope WP 20-60x Zoom DS
Nikon Coolpix P5100
Adaptador Nikon FSB-6

Imagen recortada y retocada en PhotoShop

15 agosto 2010

Un trago de agua fresca

Siempre que se ponen en funcionamiento los aspersores de mi hot-spot, comienza la fiesta pajaril. Las que más disfrutan son las palomas torcaces (Columba palumbus). Una de ellas, se tumbaba hoy entre sol y sombra, dejándose mojar por la ducha programada. Otra, la protagonista del siguiente vídeo, bebía ávidamente de un improvisado bebedero un trago de agua fresca...



Equipo:
Nikon Spotting Scope RA III 82 WP
Ocular Nikon Spotting Scope WP 20-60x Zoom DS
Nikon Coolpix P5100
Adaptador Nikon FSB-6

12 agosto 2010

Los alvéolos del océano

Hace casi un año, contaba yo de los cianófagos…


En el siguiente vídeo puede verse como uno de estos cianófagos inyecta su material genético en una cianobacteria para replicarse. Acto seguido, se liberan, tras la lisis bacteriana, cientos de unidades víricas a la inmensidad del océano. Cuando no es necesario aumentar la prole, los cianófagos, sin embargo, transforman a la cianobacteria en una factoría ultraeficiente, capaz de generar un mayor volumen de oxígeno. La cianobacteria pierde el control; el pulmón oceánico respira más fuerte.



Entradas relacionadas: La triste historia de una marioneta color turquesa

10 agosto 2010

El hacedor de habones

Hoy, justo antes de comer, mi cuarto de baño me ha brindado una imagen casi onírica. Un mosquito (Culex pipiens) parecía flotar con su reflejo al estar posado sobre el espejo. Mientras lo fotografiaba se mostraba altanero, arrogante, sin mostrar atisbo alguno de querer escapar. La pesadilla de las noches estivales, el impertinente zumbido, el hacedor de habones. «¿Dónde estás? ¿Dónde te escondes? Da la cara.» Ahí estaba mi enemigo, el compañero oculto de tantas madrugadas...

«¡Corre! ¡Mátalo!» «Ya voy, abuelo… En cuanto le haga la foto.»

07 agosto 2010

La típula pausada

La escasez de pájaros de la pasada jornada dominical en el Borbotón (Brihuega, Guadalajara) contrastaba con la abundante presencia de insectos. Moscas, mariposas, saltamontes, polillas… Y una típula que, tras revolotear pesada y lentamente entre nuestras cabezas, fue a parar a una pequeña rama cercana en la que se posó. Me aventuraría a decir que es un ejemplar de la especie Tipula oleracea pero no lo voy a hacer... En cuanto a su aspecto, no hay que temerle, no pica.

04 agosto 2010

Las kairomonas del remero

Un zumbido se agita entre las hierbas. Una hembra de mosquito de la especie Culiseta longiareolata busca un lugar adecuado para depositar sus huevos. La charca elegida es, aparentemente, una localización idónea, perfecta… Pero no… Algo falla… La culícida cambia de idea y se aleja inesperadamente del emplazamiento.


Dos compuestos químicos impregnan la charca: n-heneicosano y n-tricosano. El dúo de kairomonas ha alertado al díptero. Un hambriento depredador se encuentra próximo y la hembra de mosquito no está dispuesta a que sus futuras larvas formen parte del funesto menú.

En el juego de las kairomonas, unos ganan y otros pierden. La especie que las detecta se aprovecha de tal capacidad mientras que la que las produce sufre una derrota evolutiva. En la historia que nos ocupa, el insensato del remero (Notonecta maculata) pone sobre aviso a la madre de sus presas, perdiendo un suculento bocado. Las avispadas culícidas han adquirido una ventajosa adaptación al codificar la presencia de dichos compuestos como una señal de peligro. Las larvas de mosquito tendrán, en último término, una mayor tasa de supervivencia.


La pelota está ahora en nuestro tejado... Nosotros también podemos jugar. Es posible que aprendamos a emplear adecuadamente estas y otras kairomonas a la hora de repeler los fastidiosos mosquitos allí donde su presencia nos sea non grata. ¿Debemos jugar?


Información tomada de: Eurekalert
Imágenes tomadas de:
World News, Wikimedia y Freixanet Saunasport

02 agosto 2010

El pequeño verdecillo y el garrulo feliz

Feliz año… Fue lo primero que dije la mañana de ayer al llegar a la estación de anillamiento del Borbotón (Brihuega, Guadalajara). Desde el verano anterior no pisaba por allí…

Como viene ocurriendo en lo que va de año, mal año, el número de capturas fue bastante modesto. Recordad que, como siempre, podéis ver las crónicas anteriores así como la de ayer en el blog del Grupo de Anillamiento Aegithalos.

Sin embargo, la escasez de aves no impidió disfrutar de una mañana agradable y entretenida, donde no faltaron los chascarrillos, las risas y las conversaciones filosóficas... Uno de los pajarillos anillados fue este ejemplar de verdecillo (Serinus serinus) que retraté con la cámara.


El otro inmortalizado fue este joven arrendajo (Garrulus glandarius). Que no les lleve a engaño esta instantánea en la que parece que el garrulo sonríe plácidamente de manera hipnótica. El córvido, como no podía ser de otra forma, no cesó en sus graznidos ni un momento. Lo de la foto es, por tanto, una ilusión óptica, pura ciencia ficción.